Así es, se ha subido el telón y los actores hacen acto de presencia. Esta es una simple metáfora de lo que está sucediendo ya en el mundo.
Muchos de nosotr@s pudimos experimentar el fin de semana del 23 al 25 julio un hecho realmente extraordinario, la unidad de un grupo de personas con un mismo objetivo común: cambiar, ser libres, hacer de este mundo un lugar mejor donde vivir en paz y armonía con todos los seres que lo habitan.
Para que se produzca tal cambio no es suficiente con que estemos despiertos y conscientes, tenemos que empezar a organizarnos, saber que papel tiene cada uno en la obra que queremos representar y, sin prisa pero sin pausa, ir practicando nuestro guión. Dicho trabajo no es nada complicado, tenemos que dejarnos llevar por lo que sintamos y proyectar un poco de energía para materializarlo. Tenemos que simplificar las cosas, hacer fácil lo que creemos difícil.
En esta gran obra de teatro hay muchos personajes que interactían unos con otros en diferentes actos y escenarios. Debemos practicar muy bien nuestro personaje para que la obra se magnifique y debemos contar con los demás actores para que nuestro personaje se glorifique. Esto viene a representar que nuestro personaje asignado a nuestro Nodo, en este caso el proyecto de las ecociudadelas, forma parte de una gran obra en la cual hay muchos más proyectos implicados que se enriquecen, interactúan, intercambiar diálogos y situaciones.
Debemos trabajar desde la unidad, contando con todos y ser uno más en esta gran obra que queremos representar. Todos tenemos una pieza del puzzle y ahora debemos colaborar con los demás para montarlo. Nadie es más ni es menos, no hay papel grande ni pequeño, todo forma parte de un todo.
¡¡Organicémonos!! Proyectos de ecociudadelas, ecoaldeas, proyectos de crecimiento personal, espiritual, de nueva educación, de nueva medicina, cualquier proyecto de servicio a la humanidad....¡estamos todos juntos en esto!. Si nos ayudamos y colaboramos mutuamente todos saldremos ganando.
La unión hace la fuerza. El futuro es nuestro y nuestro éxito es inevitable. Ya se escucha el ensordecedor aplauso del público.
¡¡Gracias!!
Muchos de nosotr@s pudimos experimentar el fin de semana del 23 al 25 julio un hecho realmente extraordinario, la unidad de un grupo de personas con un mismo objetivo común: cambiar, ser libres, hacer de este mundo un lugar mejor donde vivir en paz y armonía con todos los seres que lo habitan.
Para que se produzca tal cambio no es suficiente con que estemos despiertos y conscientes, tenemos que empezar a organizarnos, saber que papel tiene cada uno en la obra que queremos representar y, sin prisa pero sin pausa, ir practicando nuestro guión. Dicho trabajo no es nada complicado, tenemos que dejarnos llevar por lo que sintamos y proyectar un poco de energía para materializarlo. Tenemos que simplificar las cosas, hacer fácil lo que creemos difícil.
En esta gran obra de teatro hay muchos personajes que interactían unos con otros en diferentes actos y escenarios. Debemos practicar muy bien nuestro personaje para que la obra se magnifique y debemos contar con los demás actores para que nuestro personaje se glorifique. Esto viene a representar que nuestro personaje asignado a nuestro Nodo, en este caso el proyecto de las ecociudadelas, forma parte de una gran obra en la cual hay muchos más proyectos implicados que se enriquecen, interactúan, intercambiar diálogos y situaciones.
Debemos trabajar desde la unidad, contando con todos y ser uno más en esta gran obra que queremos representar. Todos tenemos una pieza del puzzle y ahora debemos colaborar con los demás para montarlo. Nadie es más ni es menos, no hay papel grande ni pequeño, todo forma parte de un todo.
¡¡Organicémonos!! Proyectos de ecociudadelas, ecoaldeas, proyectos de crecimiento personal, espiritual, de nueva educación, de nueva medicina, cualquier proyecto de servicio a la humanidad....¡estamos todos juntos en esto!. Si nos ayudamos y colaboramos mutuamente todos saldremos ganando.
La unión hace la fuerza. El futuro es nuestro y nuestro éxito es inevitable. Ya se escucha el ensordecedor aplauso del público.
¡¡Gracias!!